Cuánto se habla de liderazgo y de los líderes, cuántas teorías se han escrito al respecto, hasta se ha utilizado como inspiración de pautas publicitarias televisivas.
Una de las funciones fundamentales de los líderes, desde mi punto de vista, es “Dar sentido”.
Dar sentido implica, comunicar adecuadamente asegurándose de que el colaborador interpretó el mensaje y que logró comprometerse con la causa explicitada.
Independientemente de cómo los líderes de una empresa definan los objetivos de esta, también necesitan tener objetivos propios. Así como los valores no pueden transmitirse a través de una circular, el establecimiento estructural de objetivos tampoco arraiga por decreto.
Los objetivos y resultados clave requieren que los líderes demuestren su compromiso públicamente, tanto con palabras como con hechos.
Un CEO o presidente de una compañía deben decir: “Esto es lo que vamos a hacer”, y después ser el modelo. Porque si ellos no dan el ejemplo, nadie lo hará.
Los líderes tienen que expresar tanto el qué como el para qué. Sus colaboradores lo necesitan para mantener la motivación. Los empleados están sedientos de sentido, de comprender qué relación tienen sus objetivos con la misión de la empresa.
No es suficiente con una comunicación de la misión y de la visión de la empresa, es necesario repetirlo y vivirlo. Cuando el líder vive lo que comunica, dota de sentido su hacer y el de su organización.
En el inicio de la cuarentena fue de público conocimiento la carta enviada por el CEO de Airbnb a los colaboradores que despidió por la paralización de la industria del turismo. La dejo aquí para que la tomemos como inspiración.
En la carta se observa claramente como EMPATIZA con sus empleados, como explica claramente las causas de su decisión, facilita un soporte emocional y técnico para la búsqueda de trabajo de los empleados desvinculados e invita a los colaboradores que permanecerán en la empresa a rediseñar sus funciones con sus jefes.
Un caso real contemporáneo de una comunicación ejemplar en un momento de incertidumbre mundial. Tomemos a este líder como inspiración para enriquecer nuestras comunicaciones con nuestros colaboradores y recordemos que las acciones comunican, eduquemos con el ejemplo y brindemos sentido a nuestra cotidianeidad laboral y a la de nuestros colaboradores.