Año 2019, todavía no se sabe ni remotamente lo que se viene a nivel mundial. Lucas lo visita por lo menos dos veces por semana, lleva su notebook y su teléfono móvil para trabajar de manera remota por unas horas, no se imagina que en un año va a hacer en home office el horario completo.
Mientras Jorge descansa, Lucas le hace compañía, analiza índices de facturación, rentabilidad, autoriza descuentos, comunica información sobre nuevos productos.
Cuando Jorge vuelve de su habitación a la sala, comparten un café y conversan sobre temas comerciales de la empresa.
Lucas hace relativamente poco tiempo que trabaja como Gerente Comercial en esa empresa y Jorge lleva 8 años como Ejecutivo de grandes cuentas y 30 años de experiencia en el sector.
Con la humildad de los grandes, lo escucha y logra mantener su percepción de que es excelente vendiendo, logra que sienta que todavía es útil, consigue hacerlo sentir que ESTÁ VIVO.
Este Gerente Comercial, tiene claro lo que significa acompañar a su equipo, posee la certeza de que acompañar significa estar, estar de cuerpo y alma con su gente.
Acompañar al otro es para él, es involucrarse, comprometerse con la situación de su colaborador y no sólo en temas comerciales si no en los particulares.
Así transcurre casi un año y Lucas siempre está, está presente aun sabiendo que probablemente no continúe en la empresa, porque lo que en él prevalece es la condición HUMANA, es una forma de liderar donde “el otro” importa. Es un liderazgo orientado a las personas porque está convencido seguramente que a los resultados no se llega sin ellas.
Liderar centrándose en las relaciones humanas con los colaboradores puede marcar la diferencia en un equipo comercial y en cualquier equipo.
Aquí algunas prácticas comprobadas que son esenciales para el liderazgo centrado en las relaciones.
• Proporcionar oportunidades de crecimiento y desarrollo: alinear las metas con las de tu organización o departamento, y brindar apoyo activo y aliento.
• Mentorear y orientar: mostrar un comportamiento positivo y apropiado, y mantenerse preparado para brindar orientación y asesoramiento oportunos.
• Ayudar a los empleados a construir redes: hacer presentaciones, crear oportunidades de visibilidad, alentar a los demás para asociarse con otros y aprovechar las oportunidades de conexión.
• Eliminar obstáculos y brindar recursos: apoyar los objetivos profesionales acordados, ayudar a eliminar barreras y permitir que tengan éxito.
• Responsabilizarse por un rendimiento alto: comunicar las altas expectativas, y medir y recompensar los esfuerzos que superan las expectativas.
• Demostrar que te importa tu colaborador: demostrar un interés genuino en los empleados como personas, y valorar su salud y bienestar.
Esta última práctica es, entre otras, en la que Lucas se destacaba y se destaca.
Hoy Jorge ya no está, partió antes de la pandemia y Lucas ya no trabaja en la misma empresa, seguramente la mayor cantidad de horas las trabaja en Home office.
Jorge se fue acompañado y resignificado como persona por su líder comercial y Lucas nos enseñó con su ejemplo una competencia fundamental para ocupar “a lo grande” el rol del líder que gestiona a su equipo poniendo en primer lugar las relaciones humanas.
Gracias Lucas!