Liderar un equipo, es hacer que las cosas sucedan, pero para que esto pase, es necesario entre otras cosas, que los actores cuenten con los recursos requeridos para llevar adelante sus acciones. No me refiero a los recursos materiales, sino a los recursos internos.
Ahora bien, ¿que son los recursos internos?
Los recursos internos son conocimientos, habilidades, actitudes, valores que caracterizan a las personas y que se adquieren con el tiempo y la educación recibida en el seno familiar, organizaciones por las que se ha transitado y la experiencia de vida adquirida a lo largo de los años.
Los recursos internos definen un perfil del colaborador al que cada líder de equipo puede desarrollar y contribuir a su evolución.
Considerando si un colaborador sabe, es decir, si tiene los conocimientos para poder cumplir con su función, un líder podría describir lo que necesita aprender ,generar un espacio de aprendizaje y también podría proponer diferentes dispositivos y personas para que cada uno de los que lo requieren, lleven adelante su experiencia de enriquecimiento con pares, expertos en diferentes ámbitos.
En función de lo que un miembro del equipo puede, el líder podrá definir el nivel de empoderamiento que tiene y delegar, siempre que sea posible, ciertas responsabilidades para que esa persona sienta que confía en él.
En el plano de lo que las personas quieren, no todas tienen la misma disposición porque no todas poseen la misma dosis de motivación. Se sabe que la motivación es absolutamente personal y que no a todos motiva lo mismo. Sin embargo, es un elemento fundamental porque carecer de motivación, elimina la posibilidad de aprender y de empoderarse frente a una responsabilidad y función.
A estos tres factores, agrego, que es muy valioso que un líder tenga cercanía desde lo personal con los miembros de su equipo, es decir, que esté al tanto y los acompañe dentro de sus posibilidades, a sus colaboradores en temas que tienen que ver con lo personal y la vida privada. No quiero decir que les resuelvan la vida, si no que escuchen, que estén para acompañar y que puedan facilitar la vida a las personas que forman parte de su equipo. ¿Cómo? , muy fácil, a veces es suficiente con ser flexible.
La flexibilidad, es esa capacidad de adaptarse a situaciones nuevas y distintas sin perder el foco en el objetivo. Ser flexible, implica empatizar con las personas y tomar decisiones en consecuencia sin perder de vista los resultados, metas, objetivos a los que se debe llegar como equipo.
Ser líder implica, gestionar personas y para gestionarlas, debe conocer sus cualidades y sus realidades para tomar decisiones que aumenten el nivel de satisfacción , hagan de la experiencia laboral una experiencia positivas y enriquecedora y por sobre todo, haga saber a su equipo que eso de SER HUMANO, es una condición que comparte y que además, lo caracteriza . Todo un desafío que no todos tienen la disposición o formación para poder hacerlo.
Cómo te ves frente a este desafío?
Si querés escuchar a un líder de ventas del mundo del retail, te dejo este link