Cuántas veces escuchaste decir: “No creo que lo venda”, “Nadie valora mi calidad de atención”, “La gente no tiene un mango”, “Quién va a comprar esto”.

Estas frases  se las repiten numerosas veces las personas que están en el mundo de las ventas.

Y no es nada más ni nada menos que lo que muchas veces pensamos. Nuestros pensamientos surgen de lo que percibimos de nuestro contexto, de las experiencias vividas y de las proyecciones que realizamos en función de ellas.

La realidad es, que aquellos pensamientos que son recurrentes, terminan instalándose como CREENCIAS. Una creencia implica una forma de ver el mundo, un estilo de leer la realidad que muchas veces nos bloquea la evolución de una operación comercial.

Esta conocida frase que dice “Creer para ver”, tiene un valor importante en el mundo de las ventas, dado que creyendo y buscando casos de éxito en nosotros mismos y en los demás, podemos inspirarnos y hacer que sea  posible , aunque sea difícil.

Existen distintas maneras de hablarse a uno mismo y solemos hacerlo, de manera inconsciente, desde lo que se denominan DISTORSIONES COGNITIVAS.

Estas distorsiones cognitivas son errores de procesamiento de información y cumplen una doble función. Por un lado, facilitan los errores que cometemos al percibir el medio; es decir, facilitan que experimentemos como algo negativo un acontecimiento ambiguo o inofensivo. Y, por otro, mantienen las creencias negativas a cerca de sí mismo, el mundo o el futuro.

Aquí algunas de las distorsiones cognitivas con las que a veces, tenemos que lidiar:

En esta ocasión,  describiré dos de ellas:

  • La Generalización
  • La Catastrofización

Mientras que en la primera,  aplicamos a todos los eventos, los aspectos negativos que acontecieron en una situación anterior sin indicadores que lo justifiquen. En la segunda, leemos la realidad a través de un cristal totalmente negativo.

En el mundo comercial, sabemos que tenemos que enfrentarnos a muchos no, a muchos quizás y a muchas no respuestas para obtener el resultado que esperamos. Sabemos, aunque no siempre lo aceptamos, que si no realizamos un proceso de venta profesional, es más difícil que el éxito golpee a nuestra puerta.

A todo esto, es necesario sumarle  la disposición a pensar con la mayor claridad y objetividad posible y es muy importante hacerlo con otros, porque la interacción enriquece, porque la experiencia y el pensamiento de otros pueden ayudarnos a aclarar el nuestro.

Es fundamental que busquemos justificaciones sobre lo que pensamos, que nos preguntemos a nosotros mismos qué nos llevó a pensarlo, qué evidencias tenemos de lo que nos decimos.

Desafiar a nuestro pensamiento combate a las distorsiones cognitivas y nos ayuda a procesar la información de manera útil y objetiva,  posibilitando nuestro bienestar y la consecución de nuestros resultados comerciales.

¿Qué te decís a través de tu voz interior? ¿Tu voz interior apalanca tus resultados comerciales?